La inteligibilidad es qué tan bien se entiende a un niño cuando habla. El uso de estrategias como la lentitud del habla, la articulación excesiva y las pausas puede aumentar la claridad y la confianza.

El movimiento en la terapia del habla estimula las conexiones cerebrales, la concentración y la motivación. Las actividades físicas sencillas, como bailar o jugar, pueden mejorar el habla y hacer que el aprendizaje sea divertido.

La hora de comer puede ser difícil para los niños con sensibilidad sensorial. Crear una rutina tranquila, introducir los alimentos lentamente y utilizar refuerzos positivos puede aliviar el estrés y aumentar la comodidad.

La comprensión es la capacidad de entender el lenguaje hablado o escrito. Apoya el aprendizaje, la comunicación y la resolución de problemas, y se puede fortalecer mediante la práctica.

La afasia es un trastorno del lenguaje causado por un daño cerebral que afecta el habla, la comprensión, la lectura o la escritura, pero no la inteligencia. La terapia del habla ayuda a restablecer la comunicación.