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Reducir el estrés a la hora de comer para quienes se alimentan sensorialmente

La hora de comer puede ser difícil para los niños con sensibilidades sensoriales, especialmente en lo que respecta a las texturas de los alimentos, los olores e incluso la rutina de las comidas. Como logopedas, trabajamos con niños que sienten ansiedad o evitan comer debido a problemas del procesamiento sensorial. La buena noticia es que hay varios estrategias para reducir el estrés a la hora de comer y ayude a su hijo a sentirse más cómodo en la mesa.

1. Cree un entorno tranquilo y predecible

Un ambiente tranquilo a la hora de comer puede ayudar a su hijo a sentirse menos abrumado. Mantén la calma en el espacio limitando las distracciones, como los ruidos fuertes o las luces brillantes, y establece una rutina regular a la hora de comer. Esta previsibilidad puede aliviar la ansiedad.

2. Introduzca nuevos alimentos de forma gradual

Las personas que se alimentan sensorialmente pueden tener dificultades con las nuevas texturas o sabores. Introduzca los nuevos alimentos lentamente y en pequeñas cantidades, junto con los alimentos que ya conoce. Permita que su hijo explore el alimento con las manos antes de esperar que lo coma. La paciencia es clave; es posible que se necesiten exposiciones múltiples.

3. Tenga en cuenta las preferencias de textura y temperatura

Muchos comedores sensibles a los sentidos tienen una fuerte preferencia por texturas específicas. Ofrézcale alimentos en diferentes formas o temperaturas (tibios, fríos o a temperatura ambiente) para encontrar lo que funcione mejor para su hijo. Los alimentos para picar o los utensilios también pueden resultar más cómodos para algunos niños.

4. Realice actividades sensoriales antes de las comidas

Ayudar a su hijo a regular su sistema sensorial antes de la hora de comer puede hacer que se sienta más cómodo. Prueba con actividades como hacer presión profunda (por ejemplo, apretar una pelota antiestrés) o hacer movimientos (por ejemplo, saltar en una cama elástica) para calmar su sistema nervioso.

5. Usa el refuerzo positivo y mantén la calma

Evita convertir la hora de comer en una batalla. Elogie los pequeños éxitos, como probar un alimento nuevo o permanecer sentado. El refuerzo positivo alienta a su hijo a sentirse seguro, y mantener la calma reducirá su estrés.

6. Trabaje con un logopeda

Si la hora de comer sigue siendo estresante, un logopeda puede evaluar las dificultades sensoriales y de alimentación de su hijo. Pueden proporcionar estrategias personalizadas para ayudar a su hijo a sentirse más cómodo con la comida.

Conclusión

Con paciencia y constancia, la hora de comer puede convertirse en una experiencia más relajada y agradable para quienes se alimentan sensorialmente. Crear un ambiente tranquilo, introducir nuevos alimentos lentamente y utilizar el refuerzo positivo puede ayudar a su hijo a afrontar las comidas con menos ansiedad y más éxito. ¡Los pequeños pasos hacia el progreso pueden marcar una gran diferencia!

Reagan Barnes, MS, CCC-SLP

autor

Reagan es patóloga del habla y el lenguaje en la Clínica Parkwood. Obtuvo una maestría en patología del habla y el lenguaje en la Universidad del Este de Washington.

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