Los logopedas diagnostican y tratan los trastornos del habla, el lenguaje y la deglución. Apoyan la comunicación, el aprendizaje y el bienestar en todas las edades.

La conciencia fonológica ayuda a los niños a escuchar y jugar con los sonidos de las palabras, un paso clave hacia la lectura. Las habilidades como la rima, la combinación y la segmentación crean bases sólidas para la alfabetización.

¡Haz que la práctica del sonido de voz sea divertida convirtiéndola en un juego! Usa juguetes, pistas de obstáculos, la hora de picar algo o atrapar para desarrollar habilidades de forma lúdica. ¡Sea breve, tonto y positivo!

La inteligibilidad es qué tan bien se entiende a un niño cuando habla. El uso de estrategias como la lentitud del habla, la articulación excesiva y las pausas puede aumentar la claridad y la confianza.

El movimiento en la terapia del habla estimula las conexiones cerebrales, la concentración y la motivación. Las actividades físicas sencillas, como bailar o jugar, pueden mejorar el habla y hacer que el aprendizaje sea divertido.