Historias sociales: una forma de ayudar a los niños a afrontar nuevas experiencias y transiciones

Las nuevas experiencias y transiciones pueden ser desafiantes para muchos niños, pero especialmente para aquellos con dificultades de comunicación, trastorno del espectro autista (TEA), conductas desafiantes y/o ansiedad. Las historias sociales pueden ser una herramienta eficaz y poderosa para ayudar a los niños a comprender y prepararse para nuevas experiencias y cambios en sus rutinas.

¿Qué son las historias sociales?

Las historias sociales son narraciones breves y personalizadas que describen una situación específica, los comportamientos esperados y/o los posibles resultados de una manera estructurada y tranquilizadora. El propósito es proporcionar información clara y concreta sobre lo que un niño puede esperar.

¿Cómo ayudan las historias sociales con las nuevas experiencias y transiciones?

Muchos niños prosperan gracias a la previsibilidad y la rutina. Cuando se enfrentan a nuevas experiencias y transiciones, como empezar una nueva escuela, visitar al médico, conseguir una nueva niñera o irse de viaje, es posible que se sientan abrumados por la incertidumbre. El objetivo de las historias sociales es ayudar de la siguiente manera:

• Reducir la ansiedad: Al presentar la información en un formato tranquilo y predecible, las historias sociales brindan tranquilidad y ayudan a los niños a sentir que tienen más control de la situación.
• Establecer expectativas: Las historias sociales describen paso a paso lo que sucederá, quién participará y cómo el niño puede responder.
• Fomentar la flexibilidad: Con el tiempo, la exposición a historias sociales puede ayudar a los niños a desarrollar confianza para manejar el cambio.
• Apoyo a las habilidades lingüísticas y sociales: Las historias sociales modelan el lenguaje, los comportamientos y las estrategias de resolución de problemas apropiados en varios escenarios.

Creación de una historia social eficaz

Al desarrollar una historia social para su hijo, tenga en cuenta los siguientes elementos clave:

1. Usa un lenguaje simple y claro: Escriba la historia de manera que coincida con el nivel de comprensión del niño. Lo mejor son las oraciones cortas y sencillas.
2. Incorpore elementos visuales: Las imágenes, los símbolos o las fotos de la vida real pueden promover una mayor comprensión y participación.
3. Concéntrese en lo positivo: Enmarca la historia en un tono tranquilizador y alentador en lugar de enfatizar lo que no debes hacer.
   
   • Por ejemplo, si su hijo tiende a correr hacia el automóvil en los estacionamientos, puede escribir «Tomo la mano de mamá y caminamos hacia el automóvil» en la historia social.
4. Hágalo personal: Siempre adapte la historia a las necesidades y experiencias específicas del niño.
5. Lean y revisen juntos: Lea la historia varias veces antes de la nueva experiencia o transición. Permita que el niño haga preguntas y exprese sus preocupaciones.

Implementación de historias sociales en la vida diaria

Patólogos del habla y lenguaje (SLP), ¡los maestros, los padres e incluso los abuelos pueden usar las historias sociales! Es importante destacar que se pueden usar de forma proactiva en diversas situaciones, como:

• Hacer frente a los cambios en la rutina (por ejemplo, nueva escuela, vacaciones escolares, viajes familiares)
• Prepararse para un maestro sustituto
• Aprender a turnarse en una conversación o en un juego
• Visitar nuevos lugares (por ejemplo, un restaurante, un aeropuerto o la casa de un amigo)

Las historias sociales son una herramienta poderosa que puede ayudar a los niños a afrontar las transiciones y las nuevas experiencias con mayor facilidad. Al proporcionar estructura, previsibilidad y tranquilidad, estas historias ayudan a los niños a sentirse más seguros y preparados para los cambios en su vida diaria.