May 7, 2025
Introducción de nuevos alimentos no tiene por qué parecer una lucha. Con un poco de creatividad y algunas estrategias divertidas, puede convertir la hora de comer en una oportunidad emocionante para que los niños exploren sabores, texturas y experiencias. ¡Estas son cuatro formas divertidas de hacer que aprender sobre nuevos alimentos sea emocionante!
Introduzca nuevos alimentos durante juego sensorial. Deje que los niños exploren las texturas aplastando, apilando o colocando los alimentos en formas o caras divertidas en su plato. Por ejemplo, use brócoli para los árboles, tomates cherry para los ojos y rodajas de pepino para sonreír. Las actividades prácticas ayudan a los niños a sentirse más cómodos con alimentos desconocidos en un ambiente relajado y sin presión.
Lleve a los niños a la cocina para que los ayuden a preparar y crear sus propias comidas. Deje que laven las verduras, revuelvan los ingredientes o añadan condimentos. Es más probable que los niños prueben algo en lo que han participado. Mientras cocina, también puede hablar sobre los colores, los olores y las texturas para ayudarlos a interactuar con la comida de manera positiva.
¡Usa la narración para hacer que la comida sea divertida! Intente crear una historia con nuevos alimentos en su plato. Leer una historia sobre un personaje que prueba nuevos alimentos o hacer juegos de rol con juguetes y animales de peluche también puede ayudar a los niños a sentirse más dispuestos a explorar lo que hay en su plato.
Crea una zona libre de presión cuando introduzcas nuevos alimentos. Intente introducir un alimento nuevo mientras le regala su alimento favorito. Aliente a los niños a describir cómo se ve, se siente, huele y sabe. Celebre los pequeños pasos, como tomar un bocado o incluso tocar la comida: ¡cada paso genera consuelo y curiosidad!
Al incorporar la diversión y la creatividad a la hora de comer, puede ayudar a los niños a crear asociaciones positivas al probar nuevos alimentos. Estas actividades no solo fomentan la exploración, sino que también fortalecen los lazos familiares, haciendo que la hora de comer sea algo que esperamos con ansias. ¡Comience con algo pequeño, sea paciente y disfrute del viaje de descubrir nuevos sabores juntos!
Keesha es una patóloga del habla y el lenguaje que se especializa en trabajar con clientes pediátricos y adultos para mejorar su memoria y sus habilidades cognitivas.