En lugar de simplemente leer un libro en voz alta palabra por palabra, la lectura dialógica invita a su hijo a participar activamente en la historia. Usted les hace preguntas, los alienta a describir lo que ve e incluso los guía para que predigan lo que podría suceder a continuación. El objetivo es que el niño se convierta en el narrador de historias y que usted, como padre, sea el facilitador; esto lo alienta a participar en la historia en lugar de limitarse a escuchar.
He aquí un ejemplo: Imagina que estás leyendo Pequeño camión azul. En lugar de simplemente leer el texto, podrías preguntar: «¿Qué animales ves?» , «¿Qué animal dice «mugre»? , o «El camión está en el barro. Oh, no, ¿qué pasó?» Hacer preguntas de este tipo permite que su hijo participe más en la historia y brinda oportunidades para que demuestre su nivel lingüístico, el idioma que entiende, y sienta las bases para importantes habilidades de alfabetización.
Los beneficios de la lectura dialógica
- Aumenta el vocabulario: Al introducir palabras nuevas y alentar a su hijo a describir imágenes o eventos, la lectura dialógica ayuda a ampliar su vocabulario de una manera natural y significativa.
- Desarrolla el pensamiento crítico: Predecir lo que sucederá después o explicar por qué los personajes actúan de cierta manera ayuda a los niños a desarrollar habilidades de razonamiento y resolución de problemas.
- Práctica lingüística: Ya sea que su hijo reciba terapia del habla para aprender idiomas o no, la lectura dialógica le da tiempo para practicar el lenguaje de una manera más estructurada y brinda el apoyo de imágenes para expandir el lenguaje.
Consejos para empezar
- Elige los libros correctos: Busca libros con líneas o temas repetitivos, textos sencillos e historias interesantes. Favoritos como Oso pardo, oso pardo, ¿qué ves? o ¿Dónde está Spot? son excelentes puntos de partida.
- Leyendo las mismas historias: A los niños a menudo les encanta repetir historias una y otra vez. De hecho, esto puede ayudar a que se involucren y entiendan la historia. Puede permitirles participar más en la narración de la historia o en la respuesta a las preguntas.
- No te preocupes por leer: Si bien puede parecer contradictorio, no te preocupes por leer lo que está escrito en la página. Puedes inventarte tu propia historia para que se adapte al nivel lingüístico o a la capacidad de atención de tu hijo. Concéntrese en hacer preguntas que atraigan a su hijo.
- Haga preguntas abiertas: Fomente más que respuestas de sí o no. Intente preguntar: «¿Qué ve en esta página?» o «¿Cómo crees que se siente el personaje?»
- Sea paciente y positivo: Celebre los esfuerzos de su hijo y deje que él tome la iniciativa. Recuerde que no hay una respuesta correcta o incorrecta.
La lectura dialógica es una herramienta simple pero poderosa que convierte la hora del cuento en una rica experiencia de aprendizaje. Al hacer que los libros sean interactivos, no solo le estás leyendo a tu hijo, sino que lo estás ayudando a desarrollar habilidades lingüísticas y de alfabetización esenciales.